Mi radio de galena y yo

El caso es que el pasado lunes fui a mirar un micrófono de corbata, de esos que van enganchados a una petaca o grabadora y te hacen parecer interesante o infiltrado. Y ahí me crucé con un kit para montar una radio a galena , idea que me ronda la cabeza durante el último mes. "Tengo diez o más años, y no como piezas pequeñas". Y su precio no llegaba a diez euretes .

(click en las imágenes para ampliarlas)

Aterrizó en mi escritorio, y no paré hasta haberla montado…

En primer lugar, la caja contenía todo lo necesario (pero, claro está, no llevaba pilas 🙁 – Tranquilos, porque las radios a galena no necesitan pilas :d).

Placa de plástico y cartón con la circuitería trazada:

Instrucciones detalladas paso a paso (os lo juro, paso a paso):

Y todos los componentes electrónicos, además de los bornes (esos muelles donde los cables y las patillas se pueden enganchar sin necesidad de soldadura):

Así que me puse manos a la obra, poco a poco, ayudándome de unas tenazas y un flexo de estudiante granudo. Y cuidado con la parte de atrás y los cables de la bobina…

¡Y ya está! Tiempo estimado: 45 minutos. Nivel de satisfacción: niño de 10 años se pasa el Pacman y el Mario Bros en un mismo día.

Aquí aún le falta ponerle la toma de tierra (GROUND, que va conectada a una tubería cualquiera o a la verdadera toma de tierra de un enchufe) y la antena, que va conectada a uno de los bornes 5, 6 y/o 7.

Claro está, que a mí me llevó un tiempo conseguir escuchar algo, y que en las instrucciones se adjunta un útil "Por-si-no-funciona" tras el "Por qué funciona sin pilas", en el que te cuentan cómo experimentar con ella cambiando diferentes conexiones en caso de que no oigas nada.

¿La recomiendo? Bueno, ya sabéis: la recomiendo sólo para niños de diez o más años; da igual si tienen diecinueve o cincuenta y cuatro 😉